PDF KINDLE
Los evangelios nos transmiten algunos dichos («logia») de Jesús que no dejaron de suscitar perplejidad, disgusto y desasosiego en los oyentes de entonces, y que continúan impactando y sorprendiendo a los lectores de hoy. Repetidamente se conserva la advertencia: El que tenga oídos para oír, que oiga (Mc 4,9.23). Indicio de que las palabras de Jesús exigen una acogida interiorizada y reflexiva (cf. Mc 4,3ss). Son palabras cargadas de intención, que reclaman mucha atención; son palabras con autoridad (Mc 6,1-3).
Esta web utiliza cookies para obtener datos estadísticos de la navegación de sus usuarios. Si continúas navegando consideramos que aceptas su uso. Más información Aceptar