eBook
Entre los numerosos relatos de vocación que el AT presenta, destacan dos en los que Dios confiere su Palabra como misión de por vida a dos adolescentes, Samuel (1 Sam 3,1-21) y Jeremías (Jer 1,4-10). El Nuevo Testamento ofrece solo un relato de vocación de un joven (Mt 19,16-22; Mc 10,17-31; Lc 18,18-23). Llama la atención que sea, el único ejemplo de vocación malograda que presenta la tradición evangélica. Jesús, que lo había invitado a seguirlo después de haberlo mirado con afecto, comentó a sus discípulos su fracaso con inusitada dureza.
Esta web utiliza cookies para obtener datos estadísticos de la navegación de sus usuarios. Si continúas navegando consideramos que aceptas su uso. Más información Aceptar